LA CAMPAÑA NECROPOLÍTICA
- elojodesanmartin
- 30 abr
- 2 Min. de lectura
En el año en que San Martín se prepara para las elecciones legislativas, una práctica tristemente reiterada vuelve a asomar en la escena política: la utilización de muertes trágicas como argumento electoral. No se trata de recordar con respeto, ni de exigir justicia con responsabilidad, sino de valerse del dolor —propio y ajeno— para obtener rédito político. Un recurso tan efectivo como peligroso, tan conmovedor como cuestionable.
Las imágenes de policías caídos en cumplimiento del deber o de vecinos fallecidos por fallas del Estado son hoy parte del repertorio discursivo de ciertos sectores opositores. En algunos casos, se busca instalar la responsabilidad directa del intendente o de una administración municipal, se recurre a la memoria de quienes ya no pueden hablar, en una lógica que no siempre prioriza la verdad ni la reparación.
Pero más allá del aprovechamiento partidario, hay una pregunta fundamental que merece ser planteada: ¿qué lugar se le da a las familias? ¿Fueron consultadas? ¿Desean que la imagen de su ser querido sea puesta en el centro de una campaña? ¿Se sienten acompañadas o utilizadas?
El uso político de la muerte no es nuevo, pero sí cada vez más visible. Y aunque puede ofrecer resultados inmediatos en términos de impacto emocional, abre un debate ético ineludible: ¿es legítimo apelar al dolor social para obtener votos? ¿Es aceptable exponer públicamente tragedias individuales sin el consentimiento de quienes sufren esas pérdidas?
Es comprensible —y deseable— que la dirigencia política señale problemas estructurales, que exija responsabilidades y que demande soluciones concretas a la inseguridad, la salud o el funcionamiento del Estado. Pero cuando esa crítica se expresa instrumentalizando muertes concretas, sin matices ni respeto, se desdibuja el límite entre lo legítimo y lo oportunista.
San Martín, como comunidad, merece una discusión política de mayor altura. Una donde el dolor no sea un recurso de campaña, y donde el respeto por la memoria y las familias esté por encima de las encuestas.

Comments